viernes, 2 de octubre de 2009

FIESTA DE LA PRIMAVERA EN DICTADURA

 UNA FIESTA QUE PUDO TERMINAR 
¡¡¡MUY MAL!!!!

Llegó la primavera de 1973, con la Dictadura Flamante.

Como todos los años los estudiantes liceales pintaron las calles con flores y motivos primaverales.

También como todos los años se iba a realizar un desfile liceal, con grupos disfrazados de diversas temáticas.


LA FIESTA DE LA PRIMAVERA

Los distintos grupos se iban preparando con anterioridad para el evento,
Eligiendo tema, disfraces, vehículo, etc..
Yo no pertenecía ya  al Liceo, pero dio la casualidad de que participara en la reunión del grupo que integraba mi novia (hoy mi Compañera) .

No doy mas datos, por respeto a algunos de sus integrantes.

Habían dejado todo para último momento, (uruguayos... al fin),
el desfile era al otro día y estaban muy indecisos sobre tema y disfraces para desfilar.

Mí inquieta y rebelde cabeza nunca dejaba de pensar en que cosas hacer, ante el momento que se vivía.

De pronto se me prendió la lamparita, desde el año anterior (1972), veníamos enfrentando una "Ley de Enseñanza" que el entonces ministro de educación,  Dr. Julio María Sanguinetti, venía procurando imponer.

Por ella se crearía el Consejo Nacional de Enseñanza Secundaria.

C.O.N.A.E. era su sigla y entre otras muchas cosas incluía un reglamento que por ejemplo obligaba a los varones a tener el pelo cortado al filo del cuello de la camisa y a las mujeres a llevar las polleras por debajo de las rodillas.

Esto no es nada, sólo un ejemplo. En realidad era un proyecto sumamente represivo.

El año anterior, habíamos concurrido junto a un compañero del Frente y un profesor, a exponer nuestra postura contraria al mismo.

Al programa de televisión "Panorama Carolino" en el Canal 9 de Punta Ballena,

Programa conducido, por Ángel Larrama y el "Tatón" Icasuriaga

Volviendo a la reunión de preparativos y a la búsqueda de una solución rápida para participar. 

Le plantee mi ocurrencia al grupo en cuestión, y les gusto. Manos a la obra, había que conseguir varias cadenas, (algo fácil), con ellas y vestidos de uniforme liceal, ellos se ataron unos a otros, como en esas filas de presos que vemos en el cine.

Yo, ya no era alumno, por lo que no podía desfilar.
Por lo que, me puse una capucha, empuñe  una especie de látigo y me colgué un cartel en el pecho que decía... E.A.N.O.C.



Aún recuerdo a la profesora que se nos acercó diciendo... 

“Carteles con leyendas no se pueden llevar....”

Miro el cartel, e hizo un gesto como diciendo... Ahí no dice nada.
La pobre no se percató de que el cartel sí decía algo, pero al revés.

C.O.N.A.E., sigla del Consejo Nacional de Enseñanza Secundaria.


Empezó el desfile y como obra del destino nos tocó delante de nosotros un grupo que aprovechando que uno de ellos tenía un Jeep, habían optado por disfrazarse de militares.


Y (de locos) a eso se sumó, que detrás nuestro otro equipo con una Combi Volkswagen blanca hubiera optado por hacer la parodia de una ambulancia.



Al momento, sin resistir la tentación, fue cuestión nomas, de cruzar unas palabras y empezó el Show.

En qué consistía el Show, pues los encadenados alumnos se le revelaban al encapuchado y como este (yo) solo, no podía dominarlos con el látigo, llamaba a las fuerzas del orden (los militares del jeep que iban delante de nosotros.

Éstos se bajaban del jeep y repartían unos cuantos palos dejando maltrechos a los estudiantes encadenados.

Por lo que intervenían los médicos que venían en la ambulancia, (la Kombi), detrás nuestro.

Durante el recorrido, ante el no entendimiento de algunos y el aplauso de otros, repetimos la actuación 4 o 5 veces.

La última vez que hicimos la parodia fue frente al balcón de la casa de PEPE FRADE. (Recuerdo perfectamente sus efusivos aplausos.)

Cuando faltaba una cuadra para llegar al Liceo y alguien (siempre había alguien) avisó que nos estaban esperando, querían saber quién era el encapuchado.

Habían descifrado tarde, la leyenda ("al verre") del cartel y sospechaban que el encapuchado no fuera alumno.

Justo allí estábamos pasando junto a una zorra de camión y en un reflejo automático me metí debajo de ella, esperé un rato mientras terminaban de llegar los últimos equipos del desfile. y me fui a la casa de mi compañera..

Hoy se que eran inocentadas con las que uno se podía estar jugando mucho.

Pero a la vez les estábamos diciendo, Aquí Estamos.

Por eso los aplausos entusiastas de “Pepe” Frade y unos cuantos más que captaron el mensaje.

Yo lo disfruté muchísimo y lo hice por supuesto...

“CON GUILSON EN EL CORAZÓN


Víctor