1980 fue un año decisivo en la historia reciente del Uruguay. El hecho más importante del año ocurrió el 30 de noviembre, cuando los militares que estaban en el gobierno propusieron a la ciudadanía la aprobación de una nueva Constitución, en el Plebiscito constitucional de 1980.
No podía dejar pasar estas fechas sin recordar dos hitos que considero que históricos en la resistencia popular a la Dictadura. Uno de ellos fue el triunfo del NO en el plesbicito convocado por los Milicos.-
Nada más lejos de mi intención que partidizar estos recuerdos, son simplemente los que yo atesoro, pero, bien sé que siempre estuvieron presentes los proscriptos y excluídos de todo pelo.-
Nada más lejos de mi intención que partidizar estos recuerdos, son simplemente los que yo atesoro, pero, bien sé que siempre estuvieron presentes los proscriptos y excluídos de todo pelo.-
No debemos perder de vista que en 1980 todavía ocurrían cosas muy graves en el Uruguay de la Dictadura, y que por tanto la expresión del pueblo uruguayo debe ser valorada en su justa medida, ni siquiera son validos los porcentajes que se manejan, porque muchos conocimos realidades en las que un matrimonio resolvía uno votar por No y el otro por Si para no quedar los dos sin trabajo o sin jubilación, los miedos eran muy fuertes y habían razones para ello.-
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Un ejemplo de la artera propaganda del SI
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También tengo un recuerdo especial para el acto que organizamos en el Cine San Carlos, un grupo de jóvenes Wilsonistas.
Rosario, mi compañera de siempre, terminó a las 3 de la mañana y con una vela porque había apagón, de pintar una enorme pancarta que decía "Los Blancos Votamos NO" aún recuerdo al Cine San Carlos repleto, albergando 814 personas, (nos tomamos el trabajo de ir contandolas a la vez que entraban), y en el Gallinero que no estaba habilitado, el Comisario Freire de lentes negros al mejor estilo "Tira", supervisando los posibles desbandes que tuviéramos ya que había toda una serie de prohibiciones.-
No Nombrar a fulano, no mencionar a sultano, no tocar este tema,etc. etc..-
Nos reímos de él hasta el cansancio porque sin nombrar a los que no se podía, con nuestra arenga en el micrófono lográbamos que la gente ( la masa, imposible de castigar) vitoreara a los innombrables y se llenara las gargantas con sus nombres.-
La emoción de ese día se proyectó a la desbordante alegría del resultado, cuando el Mundo incrédulo daba la noticia de la bofetada recibida por la Dictadura Uruguaya.-
No Nombrar a fulano, no mencionar a sultano, no tocar este tema,etc. etc..-
Nos reímos de él hasta el cansancio porque sin nombrar a los que no se podía, con nuestra arenga en el micrófono lográbamos que la gente ( la masa, imposible de castigar) vitoreara a los innombrables y se llenara las gargantas con sus nombres.-
La emoción de ese día se proyectó a la desbordante alegría del resultado, cuando el Mundo incrédulo daba la noticia de la bofetada recibida por la Dictadura Uruguaya.-
Pero más allá del Proyecto de Constitución (ver aquí) en sí y las posibles interpretaciones sobre sus consecuencias, la ciudadanía interpretó el planteo como un sí o un no al gobierno de facto.
Si bien no hubo disposiciones oficiales que prohibieran la propaganda a favor del NO en los medios de comunicación, ésta prácticamente no existió.
La expresión opositora se manifestó tímidamente a través de volantes y pegatinas, el "boca a boca", la prédica del semanario Opinar, recientemente fundado, la revista La Plaza (un mensuario de Las Piedras, nacido a fines de 1979), algunos editoriales con firma en el diario El Día, los comentarios de Germán Araújo en CX 30 La Radio y unos pocos actos, en locales cerrados, varios de los cuales terminaron con oradores y/o organizadores presos o proscritos.
El viernes 14 de noviembre el Partido Nacional organizó un acto a favor del NO en el Cine Cordón, en 18 de Julio entre Martín C. Martínez y Joaquín Requena.
Hicieron uso de la palabra cuatro oradores: Juan Andrés Ramírez (por el Movimiento Divisa Blanca lista 400), Eduardo Pons Etcheverry (por el Consejo Nacional Herrerista), Héctor Lorenzo Ríos (por el Movimiento Nacional de Rocha) y Fernando Oliú (por el Movimiento Por la Patria).
Forzando el alcance del permiso otorgado por las autoridades, se colocó parlantes en la vereda sobre la principal avenida. Desde el bar de la esquina seguían el acto los entonces proscriptos dirigentes provisionales del Partido Nacional, Carlos Julio Pereyra, Dardo Ortiz y Jorge Silveira Zabala.
Al final, en la calle, las fuerzas policiales reprimieron a la gente que había quedado afuera del cine, los caballos llegaron a ingresar al hall de entrada y acordonaron la salida de los que se encontraban dentro de la sala. Aquel acto del Cine Cordón fue una de las primeras manifestaciones contundentes contra la dictadura.
También el 14 de noviembre a las 21 y 30 horas en Canal 4 se realizó el único debate televisivo. Propuesto por el periodista Avedis Badanian, fue moderado por los conocidos informativistas Carlos Giacosa y Asadur Vaneskaian.
Se emitió en diferido, pero no tuvo cortes, ni siquiera tandas comerciales.
En el mismo participaron, en defensa del SÍ, los consejeros de Estado Cnel. Dr. Néstor Bolentini y Dr. Enrique Viana Reyes y, en defensa del NO, los Dres. Eduardo Pons Etcheverry y Enrique Tarigo
Tarigo dirigía el semanario Opinar, cuyo primer número se había editado tres días antes. Fue uno de los pilares de la campaña contra la reforma constitucional y este debate marcaría el inicio de su carrera política en el Partido Colorado.
Pons Etcheverry había sido ministro de Educación en primer gobierno del Partido Nacional (1959-63), integraba el Consejo Nacional Herrerista y se desempeñaba como miembro del directorio del Banco Comercial y presidente del Jockey Club.
La intervención de Pons Etcheverry resultó particularmente impactante por la audacia, la sutileza y el sentido del humor que demostró al comparar a los colaboradores de la dictadura con los rinocerontes de la conocida pieza teatral de Eugène Ionesco, que por esos días se representaba en Montevideo.VER DEBATE
Para algunos observadores, el debate fue determinante para que muchos uruguayos se decidieran a votar por el NO.
El domingo 30 de noviembre se realizó ordenadamente el plebiscito.
Los militares estaban convencidos de que ganaban fácil.
Siendo así, eufóricos de antemano, permitieron que se televisase el recuento de votos.
Algunos días antes de la votación, la empresa Gallup había adjudicado un 60% de la intención de voto para el SI.
Las papeletas por el SI estaban impresas en color celeste y las del NO en color amarillo.
Para sorpresa del mundo entero, el corolario fue un rotundo triunfo del NO a la propuesta constitucional que hubiese significado institucionalizar el militarismo y su tutela del sistema político.
Por el SI hubo un 42,51% de los votos válidos y por el NO un 56,83%. Hubo, además, un 0,66% de votos en blanco. En Montevideo el SI obtuvo el 36,04% de los votos válidos, el NO el 63,25% y los votos en blanco el 0,71%. El Departamento en el que el SI tuvo más apoyo fue Treinta y Tres, con 67,74% de los votos válidos, y donde menos apoyo tuvo fue en Paysandú, con 34,68%.
Ese fue el inicio de las negociaciones entre el gobierno militar y algunos partidos políticos uruguayos para el restablecimiento de la democracia según la constitución vigente hasta el golpe de estado de 1973; proceso que incluiría las elecciones internas partidarias de 1982, el Pacto del Club Naval y que concluyó con las elecciones de noviembre de 1984.
Víctor Urrutia
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