No puedo evitar cuando publico estas fotos, el volar a aquellos años en que bailar era para mí una de las cosas más importantes y disfrutables.
Empecé con trece años en los Recibos de la Unión.
Como eran a la misma hora que el cine nocturno yo salía con permiso de mis padres para ir al cine, me ponía el pantalón gris, la camisa blanca y el blazer azul (todo del uniforme del Liceo) y en la vidriera de la panadería de Pou (en Agorrody e Ituzaingó) utilizándola de espejo me ataba una corbata que había ganado en una Kermes.